jueves, 23 de octubre de 2014

KERYN NAYIBE GUALTEROS SOLORZA







Los ejercicios realizados, los cuales consistían en recortar varias fotografías de redes sociales o revistas y luego con estas formar una imagen distinta, alternativa la cual diera cuenta de los procesos de género. Por ello comienzo en mi primera imagen a pensar que es lo que constituye a un hombre y como este deja de ser hombre cuando su condición corporal, emocional y cognitiva cambia, como la sociedad lo asume distinto, observando al distinto como malo y como las percepciones sociales juegan un rol importante en el desarrollo del ser.

Mi imagen representa a un hombre gay, en el cual el lenguaje corporal habla mostrando un rostro con mucho brillo, un cuerpo fornido y musculoso y unas piernas delgadas y una cola armoniosa, es allí cuando se piensa que se concibe como hombre y mujer, ¿esta persona que es?, necesariamente debemos tener un rotulo asignado, un género, un hacer, pareciera que fuéramos títeres de una sociedad oligarca e infusa, que proyecta una homogeneidad cultural, educativa y emocional en donde lo controlado es lo dócil y aceptado lo “normal” y lo distinto, lo que sale de sí, lo que representa al sujeto individual es “anormal” por lo tanto invalido. Es un poco llamar la atención sobre lo que es el ser, bien sabemos cómo nos afirma BORDIEU y VIGITSKY, somos seres sociales de lenguaje que aprendemos con y por el otro, ya que es un componente fundamental para nuestro desarrollo a lo largo de la vida, no podemos dejar de la do que el otro esta para construir conjuntamente, no para obligar a ser igual, pues todos aprendemos y sentimos de maneras diversas, tan diversas que el ser humano es incapaz de controlarlas a todas, solo en una apariencia logra tener un peso tan fuerte sobre las mentes colectivas, que terminamos haciendo lo que dice el capitalismo y la sociedad, con el fin de ser aprobados en una cultura de reproducción, basado en hábitos inconscientes.


Keryn Gualteros Solorza.





 
En cuanto a esta última obra quería evidenciar el maltrato hacia la mujer, por ello coloqué una cara tierna de una niña peliroja sin boca, la cual representa el silencio y la no escucha de los demás, un cuerpo desnudo de una mujer negra embarazada, el cual representa lo que constituye a una mujer en la sociedad, la madre, la esposa el rol que debemos asumir para ser vistas como mujeres y por último unas piernas blancas delgadas y largas junto con unos tacones rojos los cuales representan la pasión y lo erotico que asumimos como mujeres, lo hice con 3 mujeres distintas para observar que somos seres de poder interraciales, que en muchas ocasiones nuestra vida aceptamos que nos halen por el camino que ya está marcado para nosotras, asumiéndonos como mercancía, como mujeres siempre dispuestas, poco alternativas, incapaces de pensar en otra ruta que no sea la de tener hijos y ser esposa servicial y noble, y aunque no digo que esto sea malo, si pienso que al aceptar ciertas categorías nos asumimos como muñecas sin ninguna causa o alteración a la historia social de inequidad. Somos seres sociales de derecho, capaces de hacer, con valiosas propuestas y poderes ciudadanos y políticos.

Keryn Gualteros Solorza

3 comentarios:

  1. se muestra como la asociación de genero esta ligada al cuerpo, a lo que muestro a los demás, percibiendo al ser como nada y a la vez como un todo de sí.

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  2. Me llama totalmente la atención tu obra, ya que hablas del maltrato a la infancia y a la vulnerabilidad de estos niños que son víctimas de personas malvadas y sin conciencia ciudadana y humana del caos y daños que genera a la hora de abusar y violentar el cuerpo de un menor de edad; son seres irracionales que buscan un placer personal sin pensar en las causas de sus deseos prohibidos y llenos de morbo.

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  3. Kerin al observar tus imágenes es innegable concebir el género como resultado de la construcción social. Es preciso tener en cuenta que la misma sociedad nos limita directamente cuando no acepta ni reconoce la libertad de expresión.
    En este sentido, uno de los factores que más enmarca los límites de la personalidad es todo aquello que por género nos define, en los años 60 algunos movimientos generaron grandes cambios al introducir en la sociedad una ruptura de lo que moralmente se creía correcto; “no es de hombres llevar el cabello largo”, “los machos no lloran”, “quien manda en casa es el varón”, son posturas aceptadas que con el tiempo perdieron vigencia, debido al movimiento hippie y la revolución femenina. Acontecimientos que han generado una diversidad de filosofías haciendo que la brecha entre hombre y mujer sea cada día más pequeña, sin embargo en Colombia no es raro encontrar algunas zonas del país donde aún estas diferencias generan discriminación e inequidad de género.

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