Estas
obras plásticas son las representaciones de uno de los imaginarios más
negativos y comunes de los hombres: LA MORBOSIDAD, es esa constante actitud de
perversidad ante el cuerpo femenino lo que nos hace sentir incomodas hasta con
nosotras mismas y pese a que como
mujeres nos gusta ser admiradas y halagas, son esas palabras soeces las que
desvalorizan todo lo que somos.
De
manera que ellos nos convierten en un objeto, un objeto compuesto solo por
senos voluptuosos y piernas largas, por esto el uso del color verde, porque ese
verde podrido representa lo podrido que esta el pensamiento y la consciencia de
varios hombres. Reconocidos en su mundo como "viejos verdes".
Stefany Margarita Guerrero González.
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Pensamientos profundos!? no solo creados por la sociedad desde un machismo sin argumentos
ResponderEliminarTu imagen refleja la falta de respeto de algunos hombres hacia la mujer que aunque muchas veces no se evidencia con palabras, se ve en sus gestos y miradas.
ResponderEliminarMentes perversas, pensamientos impuros, intereses sexuales, gustos obscenos, algunas características de aquellos hombres que sin importar la integridad de la mujer buscan cacear sus deseos, deberían educar sus mentes, valorar y respetar a las mujeres.
ResponderEliminarEstoy en acuerdo y desacuerdo con tu imagen, primero de acuerdo en que la mujer sea libre y pueda tener las mismas condiciones y oportunidades a las de un hombre, no ser más suprimidas y dominadas por el supuesto sexo superior pero tu imagen la representan con la libertad de una mujer con alcohol en la mano, esa no es la libertad ideal para un cambio social no es caer en las trampas de la sociedad viciosa en cambio en construir o transformar una sociedad nueva de igualdad y destrezas intelectuales .
ResponderEliminarStefany, claramente la “morbosidad” se estimula en otros ámbitos atentando contra la dignidad no solo de manera individual sino en general todas las mujeres. Un claro ejemplo de ello, es la incidencia de la “sociedad de consumo” particularmente ejercida con “la publicidad”. El deseo y auge de caprichos volátiles como herramienta crucial en el funcionamiento del sistema. Justamente de este hecho emergen daños sociales marcados con una la mirada productiva de la mujer.
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